Bagdarin
Baunt, Buryat, Siberia, Rusia
Душа мира
The Soul of the World
55º N – 111º E
El Vértice de Siberia se halla muy al Norte de Mongolia y al Este del Baikal. Concretamente, en la región de Baunt de la República de Buriatia. Ha sido el más novelesco y por sus lenguas, el más complicado.
Aprendí el alfabeto cirílico. Bagdarin, una blanca montaña de dolomita en medio de la Taiga, surgió en la red. Su forma era talmente la de un Vértice. Encontré también a Oleg Nicolaievich Morozov. Geólogo y explorador, respetado por todos y educador de varias generaciones. Supe que si lograba contar con él, el Vértice se haría.
Necesitaba además ayudantes rusos expertos en lenguas, aventuras y negociaciones. Encontré por suerte a Dima Sharomov y Sasha Kjaritonov, activistas del Rainbow Warrior. Colaboramos vía skype y conseguimos el firme apoyo de Morozov y del Museo local.
El viaje a Bagdarín duró diez días. Aviones, Transiberiano y carreteras aniquiladas. Mi espalda volvió a romperse, pero el shaman Vassily Idarovich Rinchino la curó en Ulán-Udé como nadie antes supo en cuarenta años.
El pueblo buriato fué muy amigable. Es diverso, religioso y amante de su Naturaleza. El sector evenki nos negó, no sin pena, la montaña. Ante dificultades más soviéticas, Morozov y el Museo se rebelaron y con Dmitry, Sasha y otros artistas nos conjuramos para dejar el Vértice hecho en el parque del Museo. “Arraigado profundamente en la Tierra”, como dice el contrato que firmamos.
El poeta-fotógrafo Andrei Raspútin trajo entonces gravilla del Monte Blanco y con ella lo construímos veloz y apasionadamente. (“Si la montaña no viene a Mahoma, Mahoma va a la montaña…”).